Una historia de amor parisina: La inolvidable pedida de mano de Marga y Toni

En La Puta Suegra tenemos la suerte de ser partícipes de momentos realmente mágicos, pero la pedida de mano de Marga y Toni fue, sin duda, una de las más especiales que hemos organizado nunca.

Todo empezó cuando Toni se puso en contacto con nosotros con una visión clara: quería que la pedida de mano de Marga fuera absolutamente perfecta, personal y llena de sorpresas. Marga siempre había soñado con París, así que nos pusimos manos a la obra para crear un día que nunca olvidarían.

La gran sorpresa

Toni, con nuestra ayuda, decidió mantener a Marga completamente a oscuras. Le hizo creer que se dirigían a otro destino, pero una vez en el aeropuerto, le reveló la sorpresa: ¡París! A partir de ese momento, las emociones empezaron a fluir.

Una vez en la ciudad del amor, la jornada comenzó con una visita a la mejor tienda de macarons de París, un dulce comienzo para un viaje inolvidable. Después, se dirigieron hacia la Torre Eiffel, donde les esperaba un coche descapotable clásico para recorrer los lugares más emblemáticos de la ciudad. Mientras tanto, en el hotel, preparábamos algo aún más extraordinario para Marga.

Un vestido, tacones de Jimmy Choo y mucho amor

Tras la visita, la pareja se dirigió a comer, pero Toni tenía preparado otro plan secreto. Se excusó para ir al baño, pero en lugar de eso, volvió al hotel para cambiarse y prepararse para la siguiente sorpresa. Marga, extrañada por su ausencia, recibió una nota del camarero en la que le explicaba que fuera le esperaba un transfer con otra sorpresa.

El coche la llevó de vuelta a su suite, donde la esperaban un impresionante vestido y unos tacones de Jimmy Choo, perfectamente colocados junto a otra nota de Toni. En ella se explicaba que pronto llegarían un maquillador y un peluquero para ayudarla a prepararse para el gran momento. La pedida de mano estaba a punto de producirse.

Azotea de ensueño

Finalmente, Marga, deslumbrante con su nuevo vestido, se dirigió a la azotea del hotel, que tenía una vista perfecta de la Torre Eiffel. Allí estaba Toni, esperándola con un anillo de compromiso, champán y fresas cubiertas de chocolate. Fue un momento mágico, envuelto en el romanticismo de la ciudad.

Pero ahí no acabaron las sorpresas. Justo después de la pedida de mano, aparecimos nosotros -Josep y Aurora- para comunicarle a Marga que también íbamos a organizar su boda. Abrumada por la alegría, Marga nos abrazó con fuerza y se le saltaron las lágrimas de felicidad.

Un recuerdo para toda la vida

El día terminó con una sesión de fotos por París, capturando los recuerdos de ese día tan especial. Y para rematar, disfrutaron de una cena privada en su suite, con sus platos favoritos, mientras contemplaban las impresionantes vistas de la Torre Eiffel.

Unos días más tarde, seguimos creando momentos inolvidables con Marga, incluida una visita al showroom de Ze García en Barcelona, otro de sus sueños hecho realidad.

Este tipo de historias nos recuerdan por qué nos encanta lo que hacemos: crear recuerdos para toda la vida, llenos de amor, sorpresas y detalles únicos.

Josep Plana Nadal